Se hizo esperar durante más de 50 capítulos, pero al fin la pareja más sexy de Dulce amor (a las 23, por Telefe) llegó al gran-encuentro-gran. Juan Darthés y Calu Rivero, o Julián y Natacha, sus personajes, se despojaron de ropas y prejuicios, de terceros y de problemas varios, y se dieron tiempo y lugar para hacer el amor.
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Primerísimos planos del cuerpo de él y de la sugerente cara de ella, de manos que se entrelazan en el momento indicado mientras de fondo sueña, tremendamente romántico, “Gira el mundo gira/en el espacio infinito...
Del otro lado, los espectadores desean que a este muchacho ya grande, recién separado y con un hijo, y a esta chica hermosísima, un poco perdida en la vida, pero sin una pizca de histeria, las cosas les vayan bien... porque se ve que lo disfrutan. Así de convincente resulta la escena de amor, que no ha pretendido originalidad ni superproducción, sino solamente ese clima que logró: el necesario para calentar pantalla y corazones.
Natacha es la hermana del medio de las Bandi, familia dueña de un imperio de las golosinas. Julián es mecánico de autos de carrera, piloto él mismo, y acaba de renunciar al trabajo que tenía como chofer de Natacha, justamente para que su vida tenga la claridad que los dos se propusieron. Porque, al momento de conocerse, él estaba casado, y ella tenía un novio. Pero como en las novelas el trámite de separarse siempre se facilita por alguna maldad o error grave del que queda atrás, a casi tres meses de aquel primer encuentro, Natacha y Julián tienen allanada esa parte del camino. Quedaba la diferencia social, aunque francamente a la única que parece preocuparle el punto es a la madre de ella, la insufrible María Valenzuela. Restaba todavía la diferencia de edad y de experiencias de vida, lo que, por el contrario, parece haber hecho más fuerte aún el atractivo.
Faltan todavía los esperables embates y embustes de la esposa despechada (Laura Novoa). Pero mientras se espera la reconciliación de Lucas y Brenda (Nico Riera y Rochi Igarzábal) y la “primera vez” de Marcos y Victoria (Sebastián Estevanez y Carina Zampini), esta pareja puso pasión de la buena en esta historia.
Fuente: Clarín
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