domingo, 11 de septiembre de 2011

De la tele al escenario

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Grandes expectativas generó en los televidentes de Los únicos (El Trece) el estreno de la versión teatral. Un teatro lleno, con localidades agotadas y exitosa venta de merchandising, con absoluto predominio de público menudo y muy atento al planteo de la trama: así arrancó el espectáculo que pone sobre un escenario a este disparatado grupo de agentes secretos. La famosa comandada por Alfredo Monterrey (Arnaldo André) debutó en el teatro Opera, con una pieza escrita y dirigida por Marcos Carnevale que sigue los lineamientos del programa televisivo. La versión teatral de la comedia producida por Pol-ka cuenta una historia que busca generar humor permanentemente, apelando a los recursos (latiguillos, movimientos y gestos de los personajes) que ganaron popularidad en la TV.

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Los actores son los que protagonizan la tira, quienes asumen los mismos roles. El único ausente es Mariano Martínez -quien por razones personales decidió no ser de la partida-, pero, de todos modos aparece, en una pantalla gigante y, en el papel de Diego Rouvier, dialoga con el resto de la brigada. Juega a favor de esta puesta que el elenco está compuesto por sólidos actores, que traen a las tablas un éxito de la pantalla chica. A la trayectoria de André, como Monterrey, con un tono muy serio, preocupado porque se cumplan las misiones que propone, se suma este grupo de agentes, cada uno con un poder especial y todos ellos con mucha gracia. Nicolás Cabré es Axel, el irrompible, a quien compone con su particular modo de hablar, su torpeza e inocencia. Y juega una caída en el escenario que despierta risas en la platea. Griselda Siciliani, en el rol de María, asume una coreografía que se convierte en una de las situaciones destacadas de la puesta. Nicolás Vázquez es Ruben, cuya principal característica es su piel de elefante, impenetrable. El villano de la obra es, como en la tele, Ronco, interpretado por Favio Posca, un actor talentoso que logra una composición acertada de su personaje. Completan el elenco Eugenia Tobal (Rosario), Jimena Barón (Poly), Marcelo Mazzarello (Fortuna), Pepe Monje (Hugo), Eugenia Suárez (Sofía) y Julieta Zylberberg (Helena), entre otros. Cada personaje conserva los mismos rasgos de personalidad y los poderes que en el programa-excepto cuando Ronco les quita los poderes y deben conseguir el antídoto para recuperarlos-. Esas mismas criaturas se relacionan entre sí como en la tira, para recrear los vínculos entre ellos y proponer nuevas situaciones.

Los hechos transcurren en distintos espacios. El búnker de Los Unicos está muy bien logrado, por su diseño y realización -la escenografía es de Valeria Brudny-, y en un margen del escenario, cuando la trama exige que los hechos se trasladen allí, aparece la guarida de Ronco. También hay otros lugares: el bar que sirve de fachada de la guarida, las enormes puertas de la máquina del tiempo y el espacio del desenlace. En la obra, la brigada debe cumplir una misión, para la que debe trasladarse a Frankfurt de los años `70. Ronco secuestra a Monterrey y ofrece entregarlo a cambio de la máquina del tiempo. Los agentes elaboran un plan para rescatarlo. Por su parte, María aprovecha la máquina para descubrir quién es su padre. La misión central tiene que ver con la contaminación del planeta, y no les resulta fácil cumplirla. Al desenlace, original y divertido, los protagonistas llegan por un error en el uso de la máquina. Los únicos al teatro es una propuesta para que los seguidores del ciclo tengan la posibilidad de ver de cerca a la brigada, pasen un momento entretenido, se emocionen un poco, vean algo de acción y se rían bastante.

Fuente: Clarín


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